8/26/2008

La idea como motor estratégico.

©antoniomonerris - 2008
Así,Rápidamente. Sin ambages. Sin largos discursos.
La estrategia es ideación. Y la idea es visión.
La idea no es forma o expresión. La idea es síntesis o concepto. La idea es propuesta. La idea es fondo.
La idea moviliza las posibilidades.
La idea transforma los puntos de partida.
La idea es especifica pero a la vez abierta.
Creo en la idea como materia de la estrategia, aunque al final la idea sea también puesta en practica o puesta en escena.


Pero desde la idea me asomo a nexos intuitivos que me conducen a nuevos espacios y oportunidades.
El estratega es ideador. Combina lo visto, lo conocido, lo adquirido y lo sintetiza en una visión que transforma.
La idea no es forma o solo expresión, la idea es concepto, punto de partida. Perspectiva. La idea es un pedazo de inspiración.
Reivindico el papel de la idea en la estrategia sin renunciar al proceso y al ejercicio de discusión, análisis y conceptualización.
La verdad es que no renuncio a nada y lo reivindico todo, porque los problemas son demasiado grandes como para renunciar a nada.



©antoniomonerris - 2008

8/24/2008

I.O.U.S.A. un ejemplo de la salud y poder del documental

Empecemos por el principio ¿Por qué el documental está viviendo un época de renacimiento?
Será tal vez por el coste de producción por minuto es significativamente más barato. Será por que las audiencias de las salas de cine están compuestas por jóvenes airados y socialmente activos que aprecian y valoran testimonios que reflejan sus preocupaciones sociales. Será por que grupos sociales de opinion e influencia ligados al pensamiento liberal y progresista han encontrado en la narraron documental un medio para sostener sus tesis más alla del tradicional discurso orientado a enardecer a las masas.
El renacimiento del documental es un fenómeno sugestivo y atrayente que integra realidades de la industria que toman partido de cambios sociales en la demanda.
El documental es un género sugestivo porque tiene que argumentar e interesar a partes iguales. Necesita de elementos argumentativos y por tanto racionalizables, tiene que despertar a la mente. Pero también puede apelar al corazon, aunque en ocasiones este ingrediente resulte peligroso porque puede hacernos sonrojar.
Naturalmente estamos hablando de un documental de tesis.
Pero este subgénero necesito contar un historia, incluso construir un propuesta a veces maniquea.
¿Por qué a alguien como yo le interesa hoy el documental de tesis?
Muy sencillo. Porque argumenta, expone y convence. Porque moviliza conciencias. Porque juega y aúna los sentimientos y las ideas. Me apasiona la capacidad de movilizar las conciencias. Pero sobre todo me atrae la maestría narrativa que hace que se entremezclen géneros y tratamientos. Creo que la publicidad puede aprender mucho del documental hoy. Vivimos demasiado volcados en la cinematografía de ficción y fantasía, cuando en muchas ocasiones lo que tenemos que hacer no es tanto seducir a la fantasía y la imaginación sino hacer relevantes argumentos que van a ser decisivos en el proceso de venta.
De momento aquí os dejo un ejemplo. Una invitación a la reflexión en tiempos de crisis financiera, tras la orgía que todos sabíamos que debía acabar. I.O.U.S.A. es un propuesta más a la reflexión que debería llamar al sentido común en muchas facetas de un proyecto social y de convivencia que necesita ser re-evaluado.




The Art of Seduction Project - sundancechannel.com

El poder de las cosas simples es que con gran economía de medios nos sorprenden y nos atrapan. Hace falta poco para contarlo, pero ese poco es tan difícil de encontrar que hace que aquello en apariencia con pocos elementos se una pequeña pieza que te hace disfrutar. Es minúscula y breve, pero te deja un buen sabor de boca la primera vez. Luego, al revisitarlo descubres a toro pasado los pequeños detalles que te han seducido. Pequeñeces aparentes que te han hecho pensar o sentir, pequeños guiños que te condujeron al engaño. Nada serio, solo una pequeña sorpresa. En realidad cuando todo se resuelve nop piensas que ha sido extraordinariamente inteligente o sagaz. Piensas que está hecho con intención y con gracia. Y te sientes a gusto.

8/23/2008

El vano y falso conflicto entre creatividad y relevancia.

Sí, lo confieso, yo he desacreditado la creatividad. Lo he hecho conscientemente y sistemáticamente. He denigrado la creatividad con una sola intención. Lícita y loable. Hacer negocios.
Posicionarse como talibán enemigo del ingenio y la empatía es una posición de enfant terrible que resulta tan curiosa como por si misma totalmente inasumible.
Como tantas manipulaciones establecer una dicotomía entre creatividad y eficacia es una postura tan falsa, como asumir que la creatividad inmotivada y ajena a cualquier intención y foco es una alternativa viable.
¿Hasta cuando estas falsas dialécticas?
Ser relevante, persuadir es lo fundamental y el ingenio y la sorpresa orientada a resolver incertidumbres o generar la involucración es un arma poderosísima.
Pero lo cierto es que algunos establecen una falsa dialéctica.
En definitiva la verdad nunca puede estar en pócimas y recetas.
Entrando en el asunto, la sorpresa, la lateralidad tiene que estar orientada a generar conexión allí donde no la había. El estimulo incide sobre un punto capaz de movilizar el interés y generar la reacción. Y es cierto que si no se opera conexión y relevancia no hay persuasión. Pero no es menos cierto que para alcanzar esa movilización requerimos de mecanismos que seducen y despiertan el interés. La creatividad en su acepción más primaria y habitual es un instrumento para posibilitar que el mensaje o propuesta relevante se abra paso.
Es cierto también que una propuesta de valor en principio debería ser capaz de activar el interés y la movilización. Pero lo cierto es que esa propuesta de valor puede en ocasiones verse oscurecida o opuesta por fuerzas que mediatizan y limitan su alcance. La creatividad debería generar conexión e interés, debería ser el trampolín de la propuesta de valor.
Pero tengo que ir más allá y proponer que vuelva a imperar el sentido común. La estrategia nunca es una norma sino un producto especifico y cambiante que se transforma y se crea ante circunstancias concretas.

8/22/2008

¿Quién entiende a los clientes? comprender los procesos de decisión de los clientes seguramente sería saludable para nuestro negocio

Los clientes son el centro de nuestro negocio, mientras las audiencias y los consumidores son el porque de nuestra profesión. Esta sutil distinción no es siempre comprendida.
Es cierto que existimos y actuamos porque organizaciones productivas de bienes y de servicios necesitan interactuar y persuadir con individuos más allá de procesos y estructuras internalizadas de comunicación (vender es comunicar, como lo es interactuar con trabajadores u organismos públicos). Tenemos sentido económico porque resolvemos carencias y necesidades. En fin, que servimos para algo porque a alguien (una empresa o institución) carece y necesita de consejo y creación de procesos y contenidos de comunicación. Para dar respuesta a esta necesidad hemos creado distintas soluciones o estructuras: desde la individualizada a la más burocratizada.
©McCann-Erickson Belgium , 2004

Pero como negocio existimos para dar respuesta a las incógnitas y deseos de clientes. Como decía Joe de Deo un clásico de Y&R, todo sucede enfrente de un cliente. Por eso plantearnos las cuitas e incógnitas de los clientes si bien entra en el ámbito de los business oriented y queda lejos de las reflexiones de carácter más técnico o profesional puede ser de utilidad.
Vayan aquí algunos apuntes, recogidas a deshora en estos días de vacaciones:
1. Las decisiones sobre proveedores y asesores de comunicación resultan traumáticas o complejas porque los clientes no se sienten seguros en sus decisiones.
2. Los clientes carecen de información y criterios seguros y actualizados.
3. Existen amplias dificultades para definir sus expectativas y deseos. El concurso no es resultado de una búsqueda sistemática, sino un medio para resolver la incertidumbre y falta de concreción en términos de expectativas y demandas.
4. Muchas decisiones son personales ante la evidencia de sentirse inseguros o el riesgo de verse engañados.
5. Los conceptos y parámetros que manejan los profesionales no se acomodan a los que manejan los clientes o bien corresponden solo a una tipología de profesionales o agencias.
6. La falta de una idea clara y de una vocación definida busca en el liderazgo intelectual o emocional de la agencia una respuesta. El cliente busca no un producto sino una certidumbre encarnada en alguien cuyas argumentaciones y propuestas le resultan razonablemente verosímiles.
7. La toma de decisión se ve muchas veces contaminada por las disfunciones de la organización del cliente, que está preparada para decisiones que están previstas o protocolizadas, pero que tiene serias dificultades para abordar ambitos de incertidumbre e innovación.
8. El cliente se ve confuso por informaciones disonantes e inconexas. Pretende seguir un proceso más o menos razonable, pero se enfrenta a una realidad en la que todo es opinado y opinable. Por eso no puede aplicar los procesos que le son familiares.

Quizas si entendiéramos los problemas de los clientes en la toma de decisión andaríamos menos locos ante decisiones que nos parecen cuestionables o poco profesionales, pero también saldríamos de nuestro propio onanismo y nos daríamos cuenta que tenemos que profundizar, a veces con descaro, en las necesidades de los clientes. Preguntar no es de mal gusto. Sobre todo si en ello va la satisfacción de los clientes y la salud de nuestros negocio

8/05/2008

El sentido de la sensibilidad : apuntes de un proyecto nunca concluido para dar un paso más en investigación sensorial

©antoniomonerris-2008

Analizar las sensaciones es fundamental. Pero también lo es descubrir como a partir de las sensaciones organizamos percepciones que de alguna manera estructuran lo que pensamos y sentimos de las marcas. A partir de la sensación inventamos, creamos o asumimos un significado interno o culturalmente condicionado, no lo sé.
Es este un proyecto mil veces discutido, y otras tantas pospuesto. Algo que como siempre alguien terminará por aplicar. Pero ya se sabe que una vez nacidas las ideas dejan de ser nuestras