11/10/2007

Lo inteligente es pequeño.



Ha pasado demasiado tiempo desde que dijimos “small is beautiful”.
Tanto como para olvidar que son las pequeñas cosas las que se escapan de los grandes desastres.
Es cierto que las grandes estructuras producen fascinación y sorpresa.
Es cierto que nos han tratado de convencer que lo eficiente es lo agregado.
Es cierto que nos han dicho que el particularismo es enemigo de la modernidad.
Pero mentían.
Lo cierto es que en lo minúsculo esta lo inteligente.
Lo medido. Lo oportuno.
Lo pequeño ha de economizar esfuerzos.
Lo pequeño es ágil y adaptable.
Lo pequeño atisba los cambios y se cuela por los entresijos y las grietas que abre la oportunidad.
Es el momento de rebelarse contra una tendencia enfermiza a descalificar lo más pequeño, lo mas particular.
Es el momento que los que gestionan o defienden lo pequeño, dejen de mostrar su cara agria e insegura.
Hace falta que se armen con el convencimiento de saber que están más predispuestos al cambio y a la innovación.
Deberían saber que sus estructuras sociales de relación, cooperación y comunicación son más eficientes, más faltas de barreras objetivas o simplemente sistémicas.
Mi pasión por lo pequeño, lo integrado, lo verdaderamente cohesionado a partir de compromisos compartidos.
No estoy hablando solo de empresas, de países, de culturas o de comunidades. Pero si estoy hablando por supuesto de todo eso.
La inteligencia de lo pequeño esta en el narrowcasting de una campaña bien enfocada. La inteligencia de lo enfocado está en una acción cuyo foco es capaz de contemplar la diversidad y la singularidad.
La inteligencia de lo pequeño está en que es asumible, abarcable. Está en la capacidad de dar razones de motivaciones y culturas.
Rindamos homenaje a lo pequeño. Es inteligente. Quizás lo ultimo inteligente

2 comentarios:

Roberto Carballo dijo...

La premisa contraria: lo grande es inteligente .... nunca ha sido cierta. Hay muy poco de lo inteligente en lo grande. Lo grande es ..... grande y punto. Y en su grandeza puede hacernos pequeños, chiquitos, pero aquellos que se impresionen. Lo grande parece que nos hace mínimos, y en esa medida, medida de poder, puede gustar a aquellos que son más masocas, que hay más de los que nos creemos. Siempre las cosas nacen desde abajo, desde lo pequeño, desde lo mínimo, desde la escasez -y no desde la abundancia-, las innovaciones han nacido de abajo arriba -hoy Microsoft no es innovación, lo fué en otro tiempo, cuando era pequeño; ahora compra innovación hecha por los pequeños- y así ha sido siempre. Mientras recorremos el camino de lo pequeño, mientras soportamos o tenemos que soportar eso que decía Klein de que "la posición depresiva es la que nos lleva al conocimiento", mientras lo recorremos estamos más cerca de lo inteligente, porque siempre es preciso serlo siendo subordinado que siendo jefe. Los jefes ya son jefes ..... y el segundo del jefe, ah ese sí que sabe realmente. Bueno, no me extiendo más. Podéis encontrarme en www.robertocarballo.com es un lugar lleno de innovación, de sentido común y de conocimiento. Un abrazo a todos, Roberto Carballo. Aldebaran Innovation

Unknown dijo...

Gracias Roberto por tu contribución. Pero quisiera matizarte que percibo una distancia entre nuestros planteamientos. Mi planteamiento es mas funcionalista, mientras que percibo en el tuyo un valoración en términos de equidad. Mi reivindicación estratégica de lo pequeño viene su idoneidad y no tanto por un juicio de valor más o menos explicito.
en todo caso gracias