Un espacio para compartir y discutir acerca del papel de la planificación estratégica de la comunicación y de marca, en cualquiera de sus ámbitos y planteamientos.
4/30/2009
Miedo, demasiado miedo: a proposito de la Gripe Porcina
Es claro que la crisis de la gripe porcina constituye la más rápidamente difundida crisis de salud pública. Un definitivo ejemplo de la extensión e interconexión de todos los canales de comunicación. Ciertamente su virulencia y rápida extensión, sumada a su origen en un “país amenaza” como es Mexico los medios norteamericanos, son catalizadores del fenómeno. Pero también lo es la activación de las alarmas y las prevenciones sin ningún género de contemplaciones, temiendo que las consecuencias de la inacción sean mucho más graves que la acción misma. Es cierto que además de las consecuencias directas hay otras de tipo colateral que pueden "contaminar" las percepciones sobre productos y servicios.
La preocupación y la generación de cautelas no es en sí misma mala, porque defiende y protege un bien mayor, pero en todo caso demuestra que los servidores públicos están cada vez más convencidos que actuar aun cuando esta actuación genere efectos colaterales es el único medio de superar riesgos.
Ojala tengan razón.
La pregunta es ¿debemos ser tanto o más radicales?
- cortando de raíz cualquier preocupación en ámbitos y sobre productos que solo tangencialmente tienen contacto con este fenómeno
- posiblemente ser timorato constituya la peor de las amenazas, más allá de la amenaza misma de la enfermedad.
Sin embargo, En palabras de Ron Paul* vivimos una histeria colectiva que en su opinión esta alentada por organismos gubernamentales que pretenden tomar una actitud totalmente controladora sin la suficiente perspectiva medica. Este es naturalmente un contrapunto definitivo. La cuestión es ¿Qué podemos aprender de la crisis de 1976 que al parecer ha desatado un debate sobre las consecuencias de las acciones para evitar las consecuencias mismas? Que haya suerte
* http://es.wikipedia.org/wiki/Ron_Paul
4/28/2009
Vida tras la crisis: las tácticas anti-crisis comienzan a ser futuras pesadillas
El problema siempre es el mismo. El tiempo para muchas empresas es un sucesión de presentes inconexos entre si y no una línea más o menos continua en la que corto, medio y largo plazo se suceden y se integran. Esto es posible porque nadie sabe bien si conservara su silla y por lo tanto no le preocupa todo aquello que exceda de su inmediatez. Por eso solo algunas personas con una larga trayectoria pueden darte un brillo de previsión y anticipación en la oscuridad de tanto cortoplacismo.
La cuestión es grave: ¿Cómo los cambios tácticos en nuestro posicionamiento de precio se convertirán en una pesadilla pasado mañana? Porque está claro que nuestro querer vender hoy a cualquier precio se convertirá en un problema mañana.
Yo no tengo la respuesta. Ni siquiera puedo saber que ocurrirá, pero se me ocurren algunas reflexiones y apuntes al margen:
- Creo la única oportunidad está en gestionar un modelo de marcas o sub-marcas organizadas según una segmentación vertical y que permitan que mañana controlemos "espacios de precio" donde el discurso de la marca sea más o menos coherente ¿es posible? En teoría si pero nadie ha dicho que sea fácil
- Realmente si hemos bajado el precio de una forma consistente, ese precio será parte de nuestra propuesta de valor. Supongo que nos habremos armado de ánimo con la tijera, pero también con el lápiz para rescribir el ser y el hacer de nuestro producto. Y seguramente también habremos descubierto que lo que nos pareció esencial no lo era tanto. Igual ocurre que de tanto limar los precios hemos re-concebido el producto.
- Lo que está claro es que lo hagamos hoy no se borrara en la mente de los compradores. Creo que estos no querrán darnos la oportunidad de volver a la casilla de partida. Mañana será un escenario nuevo, pero como todos los escenarios estará hecho con trozos de los que le precedieron, especialmente si estos nos resultan provechosos
- Por eso preparar el futuro implica tal vez ser consciente como vamos a estar en las distintas escalas de precio, que no son solo cuestiones numéricas sino expectativas y transacciones que los compradores están dispuestas a aceptar. Ya sabemos que el comprador es en el fondo “un sistema de compradores” (vamos, que todos nosotros podemos pasar de un paupérrimo “value seeker” a un “status conscious” en el mismo dia, la misma ciudad y con la misma cartera en el bolsillo) por eso posiblemente tendremos que tener varios yo etiquetados con otros tantos precios.
Entrar y sobrevivir en la crisis fue y esta siendo “movidito” pero igual salir también lo es desde el punto de vista de las marcas porque igual nos pasan cuentas de nuestras decisiones. Pero al fin y al cabo ¿a quién le importa?
Pasado mañana, todos calvos
La cuestión es grave: ¿Cómo los cambios tácticos en nuestro posicionamiento de precio se convertirán en una pesadilla pasado mañana? Porque está claro que nuestro querer vender hoy a cualquier precio se convertirá en un problema mañana.
Yo no tengo la respuesta. Ni siquiera puedo saber que ocurrirá, pero se me ocurren algunas reflexiones y apuntes al margen:
- Creo la única oportunidad está en gestionar un modelo de marcas o sub-marcas organizadas según una segmentación vertical y que permitan que mañana controlemos "espacios de precio" donde el discurso de la marca sea más o menos coherente ¿es posible? En teoría si pero nadie ha dicho que sea fácil
- Realmente si hemos bajado el precio de una forma consistente, ese precio será parte de nuestra propuesta de valor. Supongo que nos habremos armado de ánimo con la tijera, pero también con el lápiz para rescribir el ser y el hacer de nuestro producto. Y seguramente también habremos descubierto que lo que nos pareció esencial no lo era tanto. Igual ocurre que de tanto limar los precios hemos re-concebido el producto.
- Lo que está claro es que lo hagamos hoy no se borrara en la mente de los compradores. Creo que estos no querrán darnos la oportunidad de volver a la casilla de partida. Mañana será un escenario nuevo, pero como todos los escenarios estará hecho con trozos de los que le precedieron, especialmente si estos nos resultan provechosos
- Por eso preparar el futuro implica tal vez ser consciente como vamos a estar en las distintas escalas de precio, que no son solo cuestiones numéricas sino expectativas y transacciones que los compradores están dispuestas a aceptar. Ya sabemos que el comprador es en el fondo “un sistema de compradores” (vamos, que todos nosotros podemos pasar de un paupérrimo “value seeker” a un “status conscious” en el mismo dia, la misma ciudad y con la misma cartera en el bolsillo) por eso posiblemente tendremos que tener varios yo etiquetados con otros tantos precios.
Entrar y sobrevivir en la crisis fue y esta siendo “movidito” pero igual salir también lo es desde el punto de vista de las marcas porque igual nos pasan cuentas de nuestras decisiones. Pero al fin y al cabo ¿a quién le importa?
Pasado mañana, todos calvos
4/21/2009
¿Dónde acaba la prensa? El nacimiento de nuevos formatos en el entorno interactivo
Observa este reportaje colgado en el New York Times ayer (creo)
http://www.nytimes.com/interactive/2009/04/19/world/20090420-aliabad-ambush/index.html
¿Qué es?
¿Un reportaje de audio ilustrado?
¿Un slideshow con reportaje audio?
¿Un reportaje audiovisual?
Es cierto que no es “el contar” habitual de la prensa. Pero se basa en un reportaje fotográfico ilustrado con testimonios de los protagonistas. De hecho si no tuviéramos audio podría ir entrecomillado y funcionaria de algún modo.
Claro está que perderíamos el verismo del testimonio de los protagonistas, o el ambient real o simulado que proporcionan sonidos ambientales y sobre todo los disparos, que testimonian el drama de esta pequeña pieza.
Lo que me fascina es que los formatos se entrelazan y se confunden. Que se integra lo leído, lo visto y lo oído. Sin que medie jerarquía alguna. Lo importante no es como está hecho sino como me conduce a la historia.
La pieza no es grande, ni necesariamente espectacular, pero si honestamente un ejemplo de cómo todo cambio sin que sepamos muy bien como está cambiando y a dónde conduce este cambio
Serás Wiki o no serás
Lo serás aunque lo seas solo un poco.
Quiero decir que para ser tendrás que dejar participar.
Vamos, que para seguir existiendo tendrás que dejar de ser un castillo, una fortaleza, un tozudo empeño por ser solo tuyo y hacerlo valer.
Serás wiki para ser algo, porque necesitaras integrar a la gente en tus procesos.
Es claro que no harás tus productos ni tomaras decisiones a través de una plataforma colaborativa, pero lo que sí es cierto es que integraras en tus procesos de forma regularizada formulas de “arquitectura de la participación” .
De hecho armaras estructuras que van más allá del CRM clásico y que se acercan a comunidades participativas de marca. Serás un poco wiki porque no puedes permitirte no tener un dialogo continuo y fluido con consumidores, con usuarios o sencillamente con sujetos que representan el entorno social en el que se mueve, crece e interactúa tu marca.
Pero todavía no lo eres. Crees que estructurar formulas de verdadera participación todavía no es imprescindible.
De hecho solo te paras a escuchar cuando las cosas van mal, la mayor parte de las veces cuando ya van radicalmente mal.
No te interesa, no te importa tener consumer intimacy. Para ti el conocimiento del consumidor es algo quirúrgico y casi forense.
Por eso los canales de interacción con el consumidor los has dejado en manos de la investigación que disecciona y observa pero no hace de la convivencia con el consumidor parte esencial de tu ser.
Es posible que gestiones CRM pero no estás seguro de que esa interacción genere una “intima intimidad” casi empática.
En fin que hay otro modo, que no es el nuestro, el que aprendimos en base a un conocimiento incidental.
Es posible que ese ser wiki o dejar de ser nos lleea a valorar más el contacto, la empatía, la conexión que la rigurosidad muestral.
A lo mejor tanto rigor nos produce rigor mortis.
En todo caso sino metes a la gente en tu casa y la invitas a ser parte de tu negocio no podremos ni innovar, ni anticipar cambios.
Son otros tiempos
Quiero decir que para ser tendrás que dejar participar.
Vamos, que para seguir existiendo tendrás que dejar de ser un castillo, una fortaleza, un tozudo empeño por ser solo tuyo y hacerlo valer.
Serás wiki para ser algo, porque necesitaras integrar a la gente en tus procesos.
Es claro que no harás tus productos ni tomaras decisiones a través de una plataforma colaborativa, pero lo que sí es cierto es que integraras en tus procesos de forma regularizada formulas de “arquitectura de la participación” .
De hecho armaras estructuras que van más allá del CRM clásico y que se acercan a comunidades participativas de marca. Serás un poco wiki porque no puedes permitirte no tener un dialogo continuo y fluido con consumidores, con usuarios o sencillamente con sujetos que representan el entorno social en el que se mueve, crece e interactúa tu marca.
Pero todavía no lo eres. Crees que estructurar formulas de verdadera participación todavía no es imprescindible.
De hecho solo te paras a escuchar cuando las cosas van mal, la mayor parte de las veces cuando ya van radicalmente mal.
No te interesa, no te importa tener consumer intimacy. Para ti el conocimiento del consumidor es algo quirúrgico y casi forense.
Por eso los canales de interacción con el consumidor los has dejado en manos de la investigación que disecciona y observa pero no hace de la convivencia con el consumidor parte esencial de tu ser.
Es posible que gestiones CRM pero no estás seguro de que esa interacción genere una “intima intimidad” casi empática.
En fin que hay otro modo, que no es el nuestro, el que aprendimos en base a un conocimiento incidental.
Es posible que ese ser wiki o dejar de ser nos lleea a valorar más el contacto, la empatía, la conexión que la rigurosidad muestral.
A lo mejor tanto rigor nos produce rigor mortis.
En todo caso sino metes a la gente en tu casa y la invitas a ser parte de tu negocio no podremos ni innovar, ni anticipar cambios.
Son otros tiempos
© Max di Over Dream
4/15/2009
Las marcas blancas están aquí para quedarse
Nunca he sido políticamente correcto. Bueno casi nunca. Por eso me parece falaz pretender obviar el centro del problema para resolver el problema. Eso es una cosa y otra cosa la intención de organizar algún tipo de cruzada contra las marcas blancas.
Es cierto que combatir la intercambiabilidad entre marcas de fabricante y marcas blancas es un deber. También es cierto que negar la asunción que marcas de fabricante y marcas blancas son la misma cosa es necesario sobre todo cuando no son la misma cosa. Pero la identificación entre realidades que no son la misma cosa es la consecuencia de haber perdido la batalla del mango: esa que nació de posiciones dominantes de algunas marcas que acabaron por ser productos genéricos y comoditizados.
Vivimos y viviremos en un mundo retailizado, hasta que se origine una nuevo paradigma de marcas basadas en asumir que solo será de forma duradera marca aquello que sea único y diferencial, aquello que cultive un carisma propio.
Puede sonar antipático pero lo cierto es que muchas actitudes y planes no hacen más que alargar la agonía de un modelo.
Brandear, si vale la expresión, ya no será crear identidad sino sustentar entidad. Ciertamente el proceso será largo, de hecho una larga agonía, pero seguramente volveremos a los orígenes que no son otros que asumir como marca solo lo que realmente lo sea.
Me parece bien que bramemos contra la marca blanca, es lo único que podemos hacer, pero recordando que:
- No podemos descalificar al usuario de marca blanca, no creo que sea modo de reclutarlo. Mas importante seria recordarle lo que se pierde o no sabe acerca de nuestras marcas
- Marca blanca no casi como una postura ideológica mas allá de nuestro propio auto-convencimiento no está demostrado que sea persuasiva. Si puede serlo apelar al sentido de la responsabilidad o la experiencia del experto
- Es preciso asumir que el retailer mantiene y gestiona una relación intensa y repetida con el consumidor y que son en toda regla marcas, mas aun son, y aun lo serán más , verdaderas experiencias únicas
- Detrás de muchos esfuerzos por combatir las marcas blancas no hay más que una vuelta a una dinámica más competitiva y básica. Pienso que lo que veremos no será otra cosa que nuevas y necesarias afirmaciones de propuestas que nunca debieran dejarse olvidadas en un rincón
Reaccionar es lícito, pero mucho más importante es pensar que pasara después de la reacción. El contrincante ha venido para quedarse, conviviremos con él, será parte de nuestra ecología
Es cierto que combatir la intercambiabilidad entre marcas de fabricante y marcas blancas es un deber. También es cierto que negar la asunción que marcas de fabricante y marcas blancas son la misma cosa es necesario sobre todo cuando no son la misma cosa. Pero la identificación entre realidades que no son la misma cosa es la consecuencia de haber perdido la batalla del mango: esa que nació de posiciones dominantes de algunas marcas que acabaron por ser productos genéricos y comoditizados.
Vivimos y viviremos en un mundo retailizado, hasta que se origine una nuevo paradigma de marcas basadas en asumir que solo será de forma duradera marca aquello que sea único y diferencial, aquello que cultive un carisma propio.
Puede sonar antipático pero lo cierto es que muchas actitudes y planes no hacen más que alargar la agonía de un modelo.
Brandear, si vale la expresión, ya no será crear identidad sino sustentar entidad. Ciertamente el proceso será largo, de hecho una larga agonía, pero seguramente volveremos a los orígenes que no son otros que asumir como marca solo lo que realmente lo sea.
Me parece bien que bramemos contra la marca blanca, es lo único que podemos hacer, pero recordando que:
- No podemos descalificar al usuario de marca blanca, no creo que sea modo de reclutarlo. Mas importante seria recordarle lo que se pierde o no sabe acerca de nuestras marcas
- Marca blanca no casi como una postura ideológica mas allá de nuestro propio auto-convencimiento no está demostrado que sea persuasiva. Si puede serlo apelar al sentido de la responsabilidad o la experiencia del experto
- Es preciso asumir que el retailer mantiene y gestiona una relación intensa y repetida con el consumidor y que son en toda regla marcas, mas aun son, y aun lo serán más , verdaderas experiencias únicas
- Detrás de muchos esfuerzos por combatir las marcas blancas no hay más que una vuelta a una dinámica más competitiva y básica. Pienso que lo que veremos no será otra cosa que nuevas y necesarias afirmaciones de propuestas que nunca debieran dejarse olvidadas en un rincón
Reaccionar es lícito, pero mucho más importante es pensar que pasara después de la reacción. El contrincante ha venido para quedarse, conviviremos con él, será parte de nuestra ecología
4/06/2009
Mirar bajo lo superficial y más allá de los patrones establecidos : A propósito del libro “three new deals”. Aprendizajes para un planner
Nada es lo que parece afortunadamente. Y aprender a mirar un poco más lejos y un poco más allá no deja de ser un saludable esfuerzo. En gran medida el saber de un planner está en poner el acento y el foco en fenómenos que, basados en insightful visions, nos ayudan a tomar perspectiva y construir una relación con las cosas y los problemas diferentes. La mente del planner debería ser una luz que da relieve a los fenómenos que llevamos entre manos. Naturalmente en ese esfuerzo podemos dar importancia a lo que no la tiene y podemos ser víctimas de una inusitada pasión empírica, pero son esas partes del oficio que no deben hacernos sufrir demasiado: como se dice viene con el cargo y con el sueldo. Ver conexiones y diferencias donde otros solo ven uniformidades o asumidos contrastes es parte de nuestro trabajo, para mí la parte más divertida y la que realmente me interesa.
Y para ejercer ese “intus legere” que nos invita a mirar más allá, nos ayudan disciplinas y actividades mentales o culturales que para muchos se saldrían del estrecho margen de la comunicación comercial. Y es que, como estamos hechos a base de artesanías y artesanos, cuando asoma la nariz un pensamiento algo “intelectivo” a más de uno le coge un pasmo.
Por eso recomendar el libro “Three new deals” de Wolfgang Schivelbusch, le resultara a más de uno un poco extraño
Te preguntaras ¿Qué puedo aprender yo de este libro? Porque encontrar los paralelismos entre el New Deal Americano de Roostvelt, con el nazismo y el fascio puede quedar muy lejos de nosotros. Pero lo que aprendemos de este libro esa observar fenómenos humanos, políticos, culturales y comunicacionales no a la luz de preconcebidas oposiciones, sino con un juicio que por mucho que trastoque ideas preconcebidas nos refuerza la conclusión que por debajo de muchas manifestaciones superficiales hay corrientes más telúricas y profundas que retan modelos y marcos de referencia preconcebidos.
La sutil argumentación de Wolfgang Schivelbusch encuentra puntos de concomitancia en iniciativas de comunicación y acción, en proyectos como los emprendidos en Dinipeir el Tennesse Valley o el Agro Pontino. Conexiones en iniciativas de movilización económica y social. Incluso en los textos y los subtextos, como es la recurrente utilización de metáforas militares o de lucha tanto un como a otro lado del Atlántico. La creación de un modelo de liderazgo carismático, la conceptualización de la estética y premisas arquitectónicas, los planes de replobamiento de regiones enteras, pero sobre todo la gestión de la comunicación y movilización de las masas, guardan paralelismos que resultan sobrecogedores y confirman que mas allá de las polarizaciones que heredamos, muchos fenómenos distintos entre sí nacen de contextos y enfoques sorprendentemente paralelos.
Me interesa comentar este libro porque sirve como un buen ejemplo de que a veces tales análisis ajenos al estereotipo resultan arriesgados. Comparar el New Deal con Nazismo puede éticamente hasta resultar reproblable, pero no es menos cierto que el New Deal es una alternativa en el contexto de una república democrática a fenómenos que planteaban alternativas al fracaso del liberalismo decimonónico. Y no es menos cierto que el culto al carisma, que el sentido de “lucha contra” o que la afirmación del proyecto colectivo formaban parte de todos esos New Deals. Tanto la América de Roosevelt como el fascio y el Nazismo usaron (pero no inventaron) técnicas de manipulación y persuasión fuertemente emparentadas con los nuevos medios de comunicación de masas. En los tres casos se fraguo un cambio de foco que aprendía mucha de las técnicas Soviéticas (campañas, planes, programas). Y en todos los casos se generaron iniciativas que eran directa respuesta del planteamiento de contra-argumentos a las prioridades del modelo liberal. La relación con la energía, con los medios modernos de transporte y hasta con el medio y el paisaje, encuentran sorprendentes paralelismos. Es ciertos que el New Deal constituía una respuesta en el contexto de una democracia, pero no es menos cierto es que con sus diferencias el tool box de fenómenos políticos y sociales contemporáneos guarda sorprendentes semejanzas.
Los planners debemos atrevernos a encontrar conexiones y diferencias donde otros solo perciben semejanzas y similitudes que otros de una forma u otra nos han impuesto, aunque sea como resultado de una imperceptible presión social y cultural.
Releer los fenómenos, reconfigurar sus marcos de referencia es un ejercicio imprescindible y fundamental. Hay que tomar perspectiva y descubrir como las asunciones acerca de nuestra era nos van a llevar a modelos muy previsibles. Propongo un ejemplo ¿Cuál es la vinculación del movimiento hippy con la transformación cultural de la era de los PC´s/internet? Hay conexiones generacionales y sobre todo planteamientos multipolares y colaboracionistas que están en algunos textos de finales de la década de los 60. Pensar “out-of-the-frame” exige a veces pensar no solo en términos de extensión, sino por debajo de muchas convenciones
Y para ejercer ese “intus legere” que nos invita a mirar más allá, nos ayudan disciplinas y actividades mentales o culturales que para muchos se saldrían del estrecho margen de la comunicación comercial. Y es que, como estamos hechos a base de artesanías y artesanos, cuando asoma la nariz un pensamiento algo “intelectivo” a más de uno le coge un pasmo.
Por eso recomendar el libro “Three new deals” de Wolfgang Schivelbusch, le resultara a más de uno un poco extraño
Te preguntaras ¿Qué puedo aprender yo de este libro? Porque encontrar los paralelismos entre el New Deal Americano de Roostvelt, con el nazismo y el fascio puede quedar muy lejos de nosotros. Pero lo que aprendemos de este libro esa observar fenómenos humanos, políticos, culturales y comunicacionales no a la luz de preconcebidas oposiciones, sino con un juicio que por mucho que trastoque ideas preconcebidas nos refuerza la conclusión que por debajo de muchas manifestaciones superficiales hay corrientes más telúricas y profundas que retan modelos y marcos de referencia preconcebidos.
La sutil argumentación de Wolfgang Schivelbusch encuentra puntos de concomitancia en iniciativas de comunicación y acción, en proyectos como los emprendidos en Dinipeir el Tennesse Valley o el Agro Pontino. Conexiones en iniciativas de movilización económica y social. Incluso en los textos y los subtextos, como es la recurrente utilización de metáforas militares o de lucha tanto un como a otro lado del Atlántico. La creación de un modelo de liderazgo carismático, la conceptualización de la estética y premisas arquitectónicas, los planes de replobamiento de regiones enteras, pero sobre todo la gestión de la comunicación y movilización de las masas, guardan paralelismos que resultan sobrecogedores y confirman que mas allá de las polarizaciones que heredamos, muchos fenómenos distintos entre sí nacen de contextos y enfoques sorprendentemente paralelos.
Me interesa comentar este libro porque sirve como un buen ejemplo de que a veces tales análisis ajenos al estereotipo resultan arriesgados. Comparar el New Deal con Nazismo puede éticamente hasta resultar reproblable, pero no es menos cierto que el New Deal es una alternativa en el contexto de una república democrática a fenómenos que planteaban alternativas al fracaso del liberalismo decimonónico. Y no es menos cierto que el culto al carisma, que el sentido de “lucha contra” o que la afirmación del proyecto colectivo formaban parte de todos esos New Deals. Tanto la América de Roosevelt como el fascio y el Nazismo usaron (pero no inventaron) técnicas de manipulación y persuasión fuertemente emparentadas con los nuevos medios de comunicación de masas. En los tres casos se fraguo un cambio de foco que aprendía mucha de las técnicas Soviéticas (campañas, planes, programas). Y en todos los casos se generaron iniciativas que eran directa respuesta del planteamiento de contra-argumentos a las prioridades del modelo liberal. La relación con la energía, con los medios modernos de transporte y hasta con el medio y el paisaje, encuentran sorprendentes paralelismos. Es ciertos que el New Deal constituía una respuesta en el contexto de una democracia, pero no es menos cierto es que con sus diferencias el tool box de fenómenos políticos y sociales contemporáneos guarda sorprendentes semejanzas.
Los planners debemos atrevernos a encontrar conexiones y diferencias donde otros solo perciben semejanzas y similitudes que otros de una forma u otra nos han impuesto, aunque sea como resultado de una imperceptible presión social y cultural.
Releer los fenómenos, reconfigurar sus marcos de referencia es un ejercicio imprescindible y fundamental. Hay que tomar perspectiva y descubrir como las asunciones acerca de nuestra era nos van a llevar a modelos muy previsibles. Propongo un ejemplo ¿Cuál es la vinculación del movimiento hippy con la transformación cultural de la era de los PC´s/internet? Hay conexiones generacionales y sobre todo planteamientos multipolares y colaboracionistas que están en algunos textos de finales de la década de los 60. Pensar “out-of-the-frame” exige a veces pensar no solo en términos de extensión, sino por debajo de muchas convenciones
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